Haciendo un recorrido por los elemento del mismo, de abajo arriba, lo primero que nos encontramos son los respiraderos, que se encuentran conjugando paños de malla de oro y cartelas doradas con escenas de la Pasión; entrelazándose con elementos decorativos realizados en alpaca plateada. Todo ello salió de los talleres de D. Manuel de los Ríos entre 1995-1996.
Sobre los mismos, observamos
distintos elementos característicos de un palio. Para engalanar a Nuestra
Madre, se consta de 6 jarras (4 grandes y 2 medianas) y un juego de 6
violeteras delanteras, todo ellas obra de D. Manuel Álvarez.
El paso es alumbrado por candelería de
74 piezas en la parte delanteras, y brazos de cola con 3 faroles cada uno, todo
ellos realizado en alpaca plateada en los talleres de D. Manuel de los Ríos en
los años 1998-99.
Otros elementos del paso de palio son la peana plateada, con el
escudo de la hermandad y elementos marianos en relieve sobredorados, obra de De
los Ríos en 1997; así como un Relicario como entrecalle, el cual alberga un
resto óseo de San José de Calasanz donado por la Comunidad Escolapia
en 1995.
Los varales son obra de D. Manuel Palma Cuadros en el año
1960, siendo estos cincelados totalmente a mano en plata de ley; sobre los
cuales se sostienen el techo (2004) y caídas (estrenándose las exteriores en el
año 2000, y las 2 interiores en el 2005-06) del palio en terciopelo morado,
bordados en tisú de oro en los talleres de la hermandad, bajo la dirección de nuestro hermano
D. Cristóbal Casares.
La gloria que se sitúa en el
centro del techo es una pintura de D. Manuel Lobato realizada en el año 2001,
representa el momento de la aparición de la Virgen a San José de Calasanz; la cual sustituye
a la anterior de López Vázquez, de exquisito valor artístico, pero de tamaño
algo desproporcionado.
Finalmente, decir que el llamador de todo este conjunto fue donado por los costaleros en el año 1986.
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