SANTÍSIMO CRISTO DE LA EXPIRACIÓN


Reflejo en la luna, reflejo en el sol,
en el agua, en la piedra, en la lluvia.

Mirara donde mirase allá estabas Tú.
En los ojos de aquella multitud al pasar,
en las lágrimas de la niña que no te pudo tocar,
en su fe, su recogimiento, en sus formas de amar.

El silencio se hizo Expiración,
una voz valerosa sonó frente a Ti,
no pude ver que sucedía,
tocaron las campanas y silenciaron los rumores.

¿Qué ocurría? ¿Qué pasaba?
¡Allá en nuestro puente!
Se alza el Cristo, se alza la vida,
pasa disimulando su tormento,
valiente y sereno, 
tranquilo y seguro
conquista el agua del río,
las nuebes del cielo,
el viento, las piedras...
¡Granada despierta del sueño!

Pasó ya el instante, terminó el sufrimiento.
Esa noche soñé, soñé que besaba Tu cuerpo.
Tocaba Tus manos, sentía Tu acuerdo.
¿Fue real aquel momento? ¿Reunió en Su cruz tanto afecto?
¿Sentí innegable la pasión y el sufrimiento?
¿Resucitó el Cristo mi anhelo?

Entré dudosa y con desconcierto, 
retumbaban mis pasos hacia el altar.
tímida, miedosa.
Llegué al primer escalón y alcé la mirada.
¡Sí, era cierto!
El silencio, Tu rostro, Tus ojos... todo asaltó mi corazón.

¿Qué ocurría? ¿Qué pasaba?
¡Allá en nuestro puente!
Se alza el Cristo, se alza la vida,
pasa disimulando su tormento,
valiente y sereno, tranquilo y seguro
conquista el agua del río,
las nuebes del cielo,
el viento, las piedras...
¡Granada despierta del sueño!

Sonia Hinojosa Fregenal



No hay comentarios:

Publicar un comentario